De las pequeñas pérdidas y los grandes avances... y de la vida en Barcelona (:

lunes, 24 de marzo de 2008

Calçots en Valls

Calçots, romeso i pa amb tomaca
Calçots, romesco i pa amb tomaca

Para terminar la temporada como es debido, me he ido a Valls a comer calçots, a Casa Félix. No era una calçotada en toda regla, sino una comida en un restaurante, con babero y guantes (esto creo que es novedoso). Pero nos vale igual, porque era en Valls, provincia de Tarragona, cuna de los calçots y porque los hacen como se tienen que hacer. Disponen los calçots en una especie de rejilla con lo blanco en contacto con el fuego, que es lo que se tiene que asar. Y nada de brasas, sarmiento, amigo, que la zona está llena de vides estupendas (nosotros elegimos un vino de la Bodega Masia les Comes, que estaba riquísimo y a un precio muy asequible) y al principio de la temporada de los calçots es cuando hay que recogerlo. Y na' más, un poquito de romesco para mojar y a gozar con el paladar (:

Cocinar calçots
Cómo asar calçots

jueves, 20 de marzo de 2008

Las Fallas

Ya sé que el tema del blog es Barcelona, o al menos, en lo esencial. Pero como salir de paseo y ver otros lugares sienta muy bien, de vez en cuando me gusta "plantar" experiencias más allá de los límites de la ciudad Condal.

En este caso, como no, València, y el motivo, las Fallas. Y no quiero hacer demasiada publicidad porque este año había tal cantidad de gente que se hacía difícil disfrutarlas, pero una entrada se merecen, porque son únicas. Para mí, sin duda alguna, el premio especial se lo llevan las macletàs: un ruido estruendoso que si te acercas lo bastante te ametralla los oídos durante 8 minutos, al tiempo que te hace vibrar de los pies a la cabeza y te despierta con el humo y el olor de la pólvora. Te lo podría contar con más detalle, pero no conseguiría que te hicieras una mínima idea. Hay que ir y vivirlo.

Para mientras tanto...



PD. El arroz de la publicidad del vídeo, Dacsa, era el que usaba mi abuela para hacer la paella, según ella, el mejor.

Eso sí, os recomiendo que os toméis una orxata para aguantar la marabunta y los calores, que por esas fechas ya acechan.

Puesto de orxata
Puesto de orxata en la plaza del Ayuntamiento, Valencia

Y, por supuesto, las fallas en sí, monumentos otrora de cartón piedra, ahora llenos de poliespan, que unido al gasoleo de la cremà contamina de lo lindo las noches del 19 de marzo.

Falla de la plaza de la Merce
Falla de la plaza de La Mercé, Valencia, 2008

Las fallas son impresionantes por su tamaño y, en algunos casos, belleza y creatividad. Pero más allá del conjunto, los ninots, los muñegotes que están al pie de la figura grande, parodian lo ocurrido en el año precedente con humor.

Aquí una muestra del caciquismo de la política valenciana:

Ninots de la falla de la plaza del Ayuntamiento
Ninots de la falla de la plaza del Ayuntamiento, Valencia, Fallas 2008

Esta otra es de las Fallas del 2006, pero es muy representativa:

Ninots de la falla de la plaza del Ayuntamiento
Ninots de la falla de la plaza del Ayuntamiento, Valencia, Fallas 2006

Y, entre paseo y paseo, los falleros hacen paellas a todas horas del día, aunque, claro está, las que mejor sientan son las de las tres de la mañana.

Paella
Paella en la falla

Por la noche en el río -vaya, así lo llamamos, en realidad es el antiguo cauce del río, ahora hay un parque muy majo para pasear el chucho, correr o hacer tai chi- hacen los castillos -otra denominación extraña, en otras partes del mundo lo llaman fuegos artificiales-, cuya duración de 45 minutos o más está contraindicada para los que sufran de cervicales o mala circulación. Pero si estás sanote no te los pierdas, son espectaculares.

Fuegos artificiales en la Alameda
Castillo en la Alameda, Valencia

El 19 de marzo por la noche es la cremà. Hasta entonces los foráneos lo han disfrutado y admirado, pero ésta es la parte que no entienden, ¿por qué las queman? ¿con lo bonitas que son? ¿todo el año trabajando para luego quemarlas? Jeje, tendrán que volver muchos años para entenderlo... (:

[Las fotos son de 2006, este año no pude quedarme]

Crema
Cremà de una falla, Valencia, 2006

Crema
Cremà de una falla, Valencia, 2006

Para anunciarlas, todos los años se diseña un cartel en el que predominan los rojos y los amarillos, alguien tendría que hacer una muestra de todos los carteles que se han hecho hasta la fecha, porque es arte.



En fin, la que no quería hacer publicidad... aquí tienes una pequeña guía de las fallas. Eso sí, elige bien cuándo vas, evita el fin de semana si no eres amigo de las aglomeraciones. Y brinda con agua de Valencia por la noche, te ayudará a soportar la música de las verbenas (:

martes, 4 de marzo de 2008

Del mercat del Clot al mercat de Sant Antoni

Estos son "casi" todos los trastos que he acumulado en los últimos seis meses, ¿qué os parece? Y eso que vivo con el síndrome "mudanza" hace años... incomprensible, me resulta complicadísimo tirar las cosas, debe de ser el síndrome de diógenes del siglo XXI, propiciado por el consumismo atroz del que somos víctimas.


Mi nueva habitación en Barcelona

Bueno, el caso es que tengo que colocarlo todo en una habitación mediana-pequeña, con un armario reducido -además de feo-, vamos, no way. Pero, he de decir, que con todo y con eso, estoy más contenta que unas castañuelas; hemos encontrado un pisito que con el tiempo quedará hasta mono (esto es como decir aquello de que lo mejor de la peli es la banda sonora... jeje), tengo dos compañeras más que majas, una alemana y una francesa (viva la Barcelona cosmopolita), y un casero que es para comérselo a besos y que nos hace la vida muy fácil. Y es que a pesar de la ferocidad del mercado inmobiliario en Barcelona, hemos encontrado un piso con un alquiler ligeramente inferior al precio de mercado, con un casero que se desvive por complacernos y encima nos hemos ahorrado el mes de la inmobiliaria/agencia/ladrones/desvergonzados...

Y, ¿de dónde a dónde me he ido?

De aquí...


Mercat del Clot, Barcelona

A aquí...


Mercat de Sant Antoni, Barcelona

De la periferia sosa al puto centro, de un no barrio a El Barrio. El domingo por la mañana nos levantamos deslomadas de la limpieza del sábado y nos bajamos Céline y yo a comprar "pan de chocolate" (jeje, y la panadera entendió lo que le pedía y todo...), nos dimos un paseíto por el mercadillo de los domingos y vimos a los famosos intercambiadores de sellos, y después de limpiar un poquito más, nos bajamos a la Rambla del Raval a tomar un kebab tostándonos al sol. That's life. Vente pa' Barcelona, primo.

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