De las pequeñas pérdidas y los grandes avances... y de la vida en Barcelona (:

domingo, 16 de diciembre de 2007

Once

El otro dí leía en el Qué! que están considerando declarar "el mal de amores" una enfermedad porque no sé qué universidad ha hecho un estudio y han constatado -en pleno siglo XXI, tiene mérito...- la cantidad de horas de trabajo que perdemos al año por causa del desamor.

Hoy he ido a los Verdi a ver Once, un musical de verdad, con una música al más puro estilo irlandés (no en vano el director tocó el bajo en The Frames un par de años y el prota es uno de los fundadores del grupo), es decir, extremadamente nostálgica, una buena trama y escenas representativas de Dublín. La historia es verídica de alguna manera, puesto que los actores protagonistas son músicos y, de hecho, ya habían colaborado y grabado un disco juntos, The Swell Season. Y entre algunas canciones ya compuestas se empezó a escribir el guión que luego dio pie a Glen Hansard para componer otras canciones nuevas para la peli que alimentaron el guión...



Hay personas enganchadas a cretinos que las putean y no consiguen dejarles por razones inexplicables, desamores infinitos... Yo tengo una relación amor-odio con Dublín, y con Irlanda por extensión. Por alguna de esas razones inexplicables no consigo desengancharme y mira que me las ha hecho pasar canutas... Pero serán esos momentos inolvidables, y esas personas que he encontrado y que me siguen, y ese craic, y esas patatas... que me dan el mono...

Falling slowly, eyes that know me
And I can't go back
Moods that take me and erase me
And I'm painted black
You have suffered enough
And warred with yourself
It's time that you won

Pero ya solo volveré de visita (:

Ha'penny Bridge, Dublín, Irlanda
Ha'penny Bridge, Dublín, Irlanda
Picture by Saverio Schiano

Sláinte

martes, 11 de diciembre de 2007

Chillida Leku y tortilla de patata

Como siempre, lo mejor del fin de semana, la compañía, Salva, Pepa y Rufo, nos lo hemos pasado pipa... Pero, las estrellas han sido el Chillida Leku (véanse las fotos a continuación) y la tortilla de patata ('taba yo muy entretenida comiéndomelas y no caí en hacer fotos...).

El Chillida Leku es un paraíso místico, una auténtica maravilla de la naturaleza, porque las esculturas ya se han mimetizado y se han culminado al aire libre en un paraje típicamente vasco. Y qué decir de la tortilla de patata vasca que te traslada al paraíso terrenal, no he probado otra igual, en tascas cutres y en el mejor garito de pinchos de San Sebastián, a fuego negro, toooodas excepcionales, con el huevo y la patata en su punto justo... Puede que fuera con ganas porque en Barcelona todavía no me he comido una sola tortilla de patatas decente... ahí va una provocación a ver si alguien conoce un buen sitio (:

Chillida-Leku
Lo dicho, las esculturas de Chillida son parte del paisaje...

Chillida-LekuChillida-Leku
Después de tres meses he vuelto a ver llover, seguramente el tiempo acompañó en la visita.

Chillida-LekuChillida-Leku
¿Blanco y negro? ¿color?

Chillida-LekuChillida-Leku
Interpretaciones

lunes, 3 de diciembre de 2007

Bon Nadal a tothom

Navidad en Barcelona... no es distinta a cualquier otra ciudad "occidental". Hace un par de semanas encendieron las luces en las calles de comercio. Una iluminación bastante clásica, a diferencia de la madrileña que suele despertar expectación, la barcelonesa resulta sosa. Y, el mismo día en que se activaron las alarmas y to' dios se echó a las calles a CONSUMIR, Narbona se quejaba del gasto energético que supone iluminar el consumismo ya en noviembre y hasta el siete de enero.

Iluminación navideña, BarcelonaIluminación navideña, Barcelona

Iluminación navideña, Barcelona

Pero, claro, las tiendas hacen gran parte de su negocio anual en estas fechas y, por alguna razón extraña, las lucecitas nos incitan a comprar. De repente estamos como de mejor humor y parece que nos han remendado los bolsillos, la butxaca. Vaya, que durante un mes somos los más manirrotos y los mejorhumorados. Un mes sólo, ¿eh? que en enero entre la cuesta y la resaca no hay quien nos aguante.

Y, digo yo, que será hora de replantearse “las fiestas”, empezando por una misma, que me aplico el cuento. Vamos a no derrochar comprando innumerables regalos: recicla, simplemente regala algo que ya no quieras y sepas que esa otra persona va a aprovechar; crea, seguro que valoran mucho más algo que hayas hecho tú mismo, sea lo que sea. Recauda ese dinero y entrégalo a causas mejores. Limita las luces navideñas de tu árbol de navidad, que sé que ya lo has puesto… No te atraques con el turrón, el cordero y el marisco, ¡y no tires la comida! Aplica la regla de la paella, si sois cinco, pide para cuatro. Y, sobre todo, si en algún momento te entra el espíritu navideño, que no se quede ahí, extiéndelo al resto del año, reparte besos o abrazos todos los días y, como no, sé solidario.

Comida navideña, Barcelona

Típica cena de Navidad irlandesa, Barcelona

Digo… que me he quedado a gustito, y que conste que a mi siempre me ha encantado la navidad pagana y en minúsculas… ale, bona nit, gent.

Caganers, Barcelona

Caganers... Fira de Santa Llúcia

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