De las pequeñas pérdidas y los grandes avances... y de la vida en Barcelona (:

viernes, 22 de agosto de 2008

Tossa de Mar y Cadaqués

Sigo con el tema playero y con mis recorridos turísticos por Cataluña, que todavía queda alguna semana de solete y baños, así que vamos a aprovechar hasta el final. Hace un par de semanas estuve por la Costa Brava, en concreto, la primera parada fue en los alrededores de Tossa de Mar, y la segunda en Cadaqués.

La Cala del senyor Ramón, Tossa de Mar
La Cala del senyor Ramón, Tossa de Mar
Picture by Alessia

Empezamos por Tossa, el pueblo en sí, no sabría decir, había taaanta gente que conforme llegamos, salimos, pero se adivinaba un castillo y una zona medieval a la derecha que tiene buena pinta, seguramente vale la pena volver una soleada mañana de otoño para darse un paseo, pero ahora en agosto no te lo recomiendo. El caso es que seguimos por la montaña hacia el norte y a pocos kilómetros encontramos la cala del senyor Ramón (el Ramón un cachondo, vaya), que como muchas otras calas en Cataluña, es privada, bajas con el coche, pagas por el aparcamiento y puedes pasar a la playa. Pues la calita muy mona, con relativa poca gente para ser agosto, y un agua espectacular. Además, hay ahí unas rocas majas para los que les guste ponerse las gafas y cotillear a los pescaos.

Playa de Cadaqués
Playa de Cadaqués
Picture by Alessia

Y, Cadaqués, pues muy majo también, vaya, mucho mejor de lo que me esperaba, me habían comentado que hay un montón de turistas, que han edificado un montón y tal, pero yo lo vi estupendo. Chalets hay, desde luego, pero como ya he dicho en alguna ocasión, majo, viniendo de Valencia, a mi el urbanismo costero de Cataluña me parece de lo más contenido. Y el caso de Cadaqués no es una excepción, han construido casitas, que no rascacielos, y encima con colores que parece que se mimeticen con las montañas. En fin, que yo igual habría puesto menos, pero dentro de lo malo, está bastante bien. Y, luego, pues tiene ambiente, barcos ahí anclados en frente de la playa, porque no hay puerto, ni por supuesto pantalanes, un paseo marítimo muy agradable y barecillos/restaurantes con terracillas, una calle de baretos majos, así con patios y tal. Muy apañado el sitio. En cuanto a la gente, yo estuve el segundo fin de semana de agosto y no estaba nada agobiante, ni siquiera había tráfico al llegar, pero me han comentado que el siguiente que fue puente había colas de tres horas para llegar al pueblo (es que además de la cantidad de coches, la carreterita tiene tela...). Y el Cap de Creus, que te voy a contar, una chulada, y eso que yo no iba equipada para echarme a andar, ni para meterme entre las rocas, pero para cuando te cansas de tirarte en la arena de las playas de Barcelona, está de puta madre un poco de actividad costera.

Pues ya tienes dos opciones para el cap de setmana, ¡que ya viernes!

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