Pues eso he hecho yo este fin de semana. Llevaba un par de inviernos encaprichada con un chalequito y, nada, que no encontraba lo que buscaba. Y la semana pasada estuve de visita en casa de mis tíos en Madrid y abrí el baúl de los recuerdos con mi prima, y encontramos el chaleco que llevaba con catorce o quince años (hace otros quince, jeje, ays, muy bien llevados, ¿eh?). Os enseño el después porque el antes daba miedo. En lo fundamental no ha cambiado, pero es que antes tenía unos botones... unos sioux plateaditos... Bueno, pues le he puesto estos botones de colores y, aunque la foto no le hace justicia, ha quedado mucho más mono, ¡y ya tengo chaleco!
Chaleco con botones de colores
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