Adele celebra su maternidad haciéndole un regalo a su hija: dedica unos minutos al día a hacer una composición con su niña durmiendo la siesta y un escenario alrededor. Es tan tierno, tan bonito, tan amoroso y, sobre todo, tan creativo… que me emociona.
Para mí este es un claro ejemplo de equilibrio. Por elucubrar un poco y sin conocer de nada a la autora, diría que está probablemente en uno de sus mejores momentos, con el 2º chakra -el de la creatividad- abierto de par en par, y esta es su forma de canalizar toda esa felicidad y ese amor.
Y, nada más, solo quería compartirlo para que lo disfrutéis y os inspire (:
Dulces sueños…